domingo, 11 de mayo de 2014

Rous

Seré breve.

No puedo hablar mal de algo que amé tanto. Ya no evado la necesidad de sentir que hice bien. Quiero dejar de fumar para ayudar a mis pulmones pero estas lineas lo necesitan. Ella, fuerte, delgada, graciosa, tan hermosa por dentro. Pequeña flor de loto que inundó mi mundo en una sutil pastilla. En unas ramas secas puestas en un hiter. Tomé todos los instantes de tu piel maltratada para suavizar las marcas de tu alma, rocé tus mejillas delgadas y besé la fractura de tu cráneo de lado a lado para evitar que se separara. Eres tan bella, te extrañaré.

Te extrañaré porque admiro tu fuerza y valentía para dar pasos atrás sin realmente darlos. Por permitirle a esta alma atormentada oscilar en tu cama baja y acariciar a tu perro.  Por alimentar mi cuerpo, mi mente y mi interior con historias que me enfrentarán a la oscuridad para no perderme más. Yo realmente te necesito pero me enseñaste además que puedo vivir sin ti. Sin las patrañas de tu bipolaridad y los malos juegos que hace tu estómago, lleno de mariposas a las cuales les disparabas lentamente con balas explosivas. Te admiro niña mía por atreverte a hacerme daño, a mi, a quien tanto decías querer. Porque me comparaste para estar segura que era especial.

Mi amada... hoy dormiré para siempre, tú te quedarás aquí, en esta red volátil donde anhelas permanecer. Harás música, mucha música, tendrás el número uno, viajarás para mostrar tu talento, vivirás en otro país, conocerás otros hombres inciertos a los cuales aplicarás la sentencia de tu adicción. Tejerás atrapasueños como araña de árbol y los colgarás a todos. Beberás agua negra para no olvidar quien eres, odiarás alimentarte, siempre lo odiarás.

No hay queja de ti, eres admirable, reitero. Mi felicidad a tu lado la basé en las pequeñas cosas que brillaban en ti. Un diente, una hebilla, un cristal, tus uñas, una pantalla. Mi mundo cabía en tres paredes y media de 4 x 2 que me hicieron gritar hacia adentro del más puro placer. Que atestiguaron cada cosa que pensaba, lo que vestía, lo que me frustraba.

No me crees, yo se que no me crees. ¿Hice todo alrevés? es probable, pero tu singularidad no dejaba huecos por donde escabullirme... un tabaco más es necesario para sentirte más cerca, para evitar que mi recuerdo se deshaga en una lata de cocacola. ¿Ya te dije que te extrañaré?

No, no me crees. Te escribo no porque esté triste, si no porque los caminos de la mala vida te pusieron en mi ruta para aprender más de lo fácil que es perder y de lo difícil que es entender que el amor no esta en otros, si no en uno mismo (trilladísimo!).

Mi amor, mi Rous. Deseo que todos las luminarias de la calle de Gabriel se enciendan a tu paso. Que nunca por nada se terminen tu buena suerte, que ames mi recuerdo y no odies a mi persona. Que te crezcan todas las plumas necesarias para volar tan lejos como tus viajes te lo permitan.

Que tengas los mas agradables aterrizajes y los bellos atardeceres donde sea que despiertes a dos o a cuatro manos, no importa! pero que abras siempre los ojos, que nos regales todas las sonrisas que te han robado, que tus manos nunca te suelten .

¿Yo? me entierro para ir a un mundo mejor. Escribiré un loco camino con uvas y manzanas, con machetes y azotes, con guirnaldas y coronas de libertad. Pondré fechas de caducidad a mis sueños y códigos de barras a mis brazos. Dejaré la moneda en el aire, cuando caiga habrá terminado todo. Beberé toda el agua que pueda, me vestiré a la moda y prepararé chocolate. Cuidaré de mis gatos y leeré más para alcanzarte. El tritono del diablo será el pretexto perfecto para recordarte. Para recordarme que tu alma le pertenece y que no pude hacer nada para salvarla.

Bailaré en Paris para ti, para recordar tus dulces brazos y la profundidad de tus besos al ras de mis enormes labios. Pensaré también en el calor de tu frío cuerpo rodeándome para hacer un pas de trois.
Entonces sentiré que nuca nos fuimos y que cumplimos nuestra promesa de estar siempre juntos.

Sabré que Valeria existió en nuestro mundo alterno, que mi cambio de apellido se debió a las normas de este país y que no solo duró 60 días. Que nunca dijiste que no a tu amigo cuando querías de verdad decir que sí. Que nunca me abandonaste porque siempre te esperé, te busqué y que cuando al fin te encontré, eso nunca sucedió.

No tirés mi zapatos, regálalos. No duermas con mi blusa llenándola de lágrimas imaginarias que nunca ví. Yo le pondré tus chones rojos a endimion. No pienses más en mi, dale de comer tus recuerdos a don perrito, él sabrá desecharlos en la coladera del baño.

Mi amor, es hora de sonreír para siempre. Te amo.
82 dias.