miércoles, 4 de agosto de 2010

Entre números te veas

Cuento todo. Cuento los días y los chismes cotidianos. Cuento con amigos y enemigos. Cuento cada lunar que recuerdo. Cuento las veces que sales y entras. Las veces que te cacho mirandome. Cuento todas las llamadas, las quejas y mis gotas de sudor.

Cuento las cervezas de anoche, 6, tu edad, 35, tu peso. Cuento cuando faltan 10 para la 1. Cuento cuanta hambre tengo, es posible?

Te cuento que hacía un mes que no recordaba el tema. Me cuentas que estan en el mar. Me cuento a mi misma, no puede ser. Sí puede. Te cuento cómo me acordé y me evadió. No cuento cómo me adapto a la nueva filosofía, que bien puede fungir como la salida o la entrada. No estoy segura. En mi mente cuento cuantas veces canto. Canto cuantas veces puedo.

No puedo decir cuanto le extraño. No puedo contar cuánto me impacta aún. Mas puedo contar lo que mide su naríz. Puedo cantar cuanto recuerdo, caminando y en el tiempo las coincidencias que nos unieron. Cuento cuantas personas le dolieron, cuantas le hirieron y puedo contar que yo soy la única a la que no perdonó. La única a la que apuesto le teme más que a las ratas.

Cuento los días, 53, que no le veo. Cuento que en verdad no los había contado hasta ahorita. Todos me cuentan cosas diferentes, consejos, irreverencias, sus verdades; lo que no veo, lo que se presume. Cuento que van 3 lágrimas hasta ahora. Pero no las había contado hace 53 días! porque no habían vuelto por aquí. Cuento sus pasos, 1, 2, 3, 4, 5 y el azotón de la puerta del carro, enciende una vez, arranca, una vuelta a la derecha, 2 topes, una a la izquierda y lo perdí. De vista.


Mi veldad apuesta por contar siempre dos cuando sólo fue uno. Él contaba como 4, 5, cuando yo decía 2. Entonces comencé a contar 3. Él seguía contando más. Me quedé en el 2 1/2.

Mañana no contaré nada. Fingiré que sólo somos 4, cuando hay como 8 y no son las piernas. Mutilaré la molestia, sonreiré y no pregunré cuánto me extraña. Porque eso, ni él lo sabe

No hay comentarios:

Publicar un comentario